Armar la valija es parte crucial de la preparación de un viaje. De alguna forma, el equipaje es nuestro hogar mientras estamos lejos, es una parte de nuestra casa que viaja con nosotros. Pero incluso más importante que la valija grande, con la ropa y otros menesteres, es la valija de mano, que nunca se aparta de nosotros cuando tomamos un avión o un ómnibus. Por eso, en la valija de mano tiene que estar lo imprescindible, lo que no puede ser despachado como equipaje ni correr riesgo de perderse.

¿Cómo armar la valija de mano perfecta? Primero: elegir la valija de mano perfecta. Aunque hablemos de valija, es mucho más cómoda una mochila que una maleta chica. La mochila nos deja las manos libres, es más difícil de perder y además una vez instalados en nuestro destino la podemos vaciar y usarla con lo que necesitemos para las excursiones de un día.

¿Qué llevar en la valija de mano? Nuestros viajeros expertos nos han facilitado su lista de cosas que no pueden faltar para un viaje más cómodo.

Pero antes que nada, y fundamental, no deben ir en la valija de mano:

- Documento de identidad,

- Pasaporte,

- Tarjeta de crédito o débito,

- Dinero en efectivo (en grandes cantidades),

- Pasajes ya comprados.

Todos estos documentos deben ir en un sobre de viaje bajo la ropa, nunca suelto en una mochila o valija. Al llegar al hotel, lo guardamos en el cofre de seguridad y solo lo tomamos cuando es necesario.

¿Qué llevar en la valija de mano?

- Fotocopias de documentos: Las fotocopias –en lo posible plastificadas- son muy útiles cuando salimos del hotel, para estar siempre identificados pero sin correr riesgo de perder los documentos originales.

- Necessaire con artículos de higiene básica: Jabón, cepillo y pasta de dientes, desodorante, papel higiénico, toallitas, pañuelos descartables y toalla de mano. Incluso cuando el viaje sea de pocas horas, nunca se sabe si vamos a tener una larga espera a causa de algún imprevisto con el transporte.

- Muda de ropa de  emergencia: Otra prevención ante los imprevistos. Una muda de ropa (al menos medias y ropa interior) en la valija de mano nos puede salvar en caso de extravío de equipaje. Y no está de más un abrigo por si el aire acondicionado del avión u ómnibus es muy fuerte, sobre todo si se viaja en la noche.

- Artículos electrónicos: El celular, la laptop o la tablet nunca deben ir en el depósito de equipaje (de hecho en el aeropuerto exigen que se lleve en el equipaje de mano), porque pueden romperse o extraviarse en la bodega. Tampoco la cámara de fotos o filmadora. Estos artículos de valor que además son tan delicados debemos tenerlos bajo nuestra vista. Y además, en un viaje muy largo, puede ser una buena fuente de entretenimiento tener una película o música descargada en la tablet o compu. Fundamental llevar una valija que tenga estuche para laptop, así viaja segura. ¡Y no olvidar los cargadores!

- Otros artículos de valor: Si llevamos joyas u otras cosas valiosas (también los objetos de valor afectivo que no queremos perder), siempre tenemos que tenerlas con nosotros.

- Botiquín: Analgésico, digestivo, algodón, alcohol en gel. Nunca sabemos cuándo lo podemos necesitar (sobre todo en los viajes largos son frecuentes los mareos y dolores de cabeza). Y si se tiene alguna enfermedad específica, no olvidar el medicamento para eso.

- Lentes: Quienes usan lentes de contacto no pueden olvidar llevar los anteojos de descanso con su estuche en la valija de mano; además de los productos de limpieza y el estuche de los contactos.

- Tapones para los oídos o auriculares: Si viajamos de noche y tenemos sueño liviano, aislarnos del ruido circundante (dícese de llantos de bebés o ronquidos de otros pasajeros) puede ser muy beneficioso para un viaje más placentero.

- Lápiz y papel: Aunque solemos descansarnos en el smartphone para anotar datos importantes, nunca hay que despreciar el poder del papel, que jamás se queda sin batería. Si hay alguna dirección o teléfono importante que nos vaya a servir cuando lleguemos a destino (la dirección del hotel, por ejemplo), es importante anotarla en un papel para tenerla siempre a mano. Si es una libreta de apuntes, mejor, porque es menos perdible; y además podemos ir anotando otros datos o recomendaciones que surjan en el camino.

- Un buen libro: El libro es un gran compañero para aplacar el tedio de los viajes largos o incluso ayudar a conciliar el sueño.

- Algún snack: Aunque las empresas aéreas y de ómnibus incluyen comidas y aperitivos, siempre viene bien un alfajor o una barrita de cereales para combatir el hambre en las horas de espera o a altas horas de la madrugada.

- Mapa del lugar al que vamos: Siempre es conveniente tener una orientación básica del lugar al que vamos, incluso para tener en cuenta los caminos de los taxis u ómnibus que nos tomemos al llegar. Si tenemos smartphone, seguro podremos usar los mapas de Google u otras aplicaciones para manejarnos sin problemas.