Norte y CentroAmérica / Estados Unidos

A contrarreloj por la Gran Manzana

Recorrer Nueva York, de punta a punta y a fondo, parece una misión imposible. Especialmente si contamos con poco tiempo. Por eso es importante partir con un itinerario previamente planeado, para exprimir el viaje al máximo. Nosotros nos propusimos el desafío de conocer la mayor cantidad posible de lugares en solo 48 horas. Y, caminando mucho y midiendo bien los minutos, lo logramos. Acá compartimos nuestro recorrido.
 
 

DÍA 1

 

   8 AM

1. DESAYUNAR EN NUEVA YORK. En la ciudad que nunca duerme, parecería que los cocineros tampoco. Las cafeterías y los restaurantes abren muy temprano en la mañana y la enorme variedad de comidas para desayunar es increíble. Podrás optar entre un bagel de panceta, queso y huevo, algún cupcake de chocolate, un panini o un brownie, o incluso papas fritas. Te recomendamos tomar asiento en el Dunkin’ Donuts que da a un costado del Central Park, sobre la calle 110, hacer tu pedido y disfrutar unas donas típicamente neoyorkinas mientras la ciudad empieza a tomar su ritmo cotidiano. 
 

   9 AM

2. RECORRER EL CENTRAL PARK. No importa el clima, es ruta obligada. Si hace frío, a abrigarse: este parque es uno de los más famosos del  mundo y ninguna temperatura baja te puede impedir pasear entre los lagos, las dos pistas de patinaje sobre hielo, los puentes, los campos de béisbol. Una buena idea es alquilar ahí mismo una bicicleta (incluso se alquilan carritos para poder llevar a los más chicos) y empezar a pedalear; el parque es inmenso y recorrerlo a pie llevaría mucho tiempo. De a poco irás reconociendo algunos parajes en los que se filmaron algunos clásicos del cine norteamericano, como Kramer vs. Kramer o Cuando Harry conoció a Sally.
 

Uno de los tantos lugares lindos para conocer en el Central Park. (Foto de Geoffrey Gertz)
 
3. DESCANSAR EN LA FUENTE BETHESDA. También la reconocerás porque ha sido escenario de múltiples películas y series, como Un día inolvidable o Gossip Girl.
 
4. TOMARTE UNA FOTO EN EL STRAWBERRY FIELDS MEMORIAL. Sobre todo si sos fanático de los Beatles: este es el memorial de John Lennon, asesinado en 1980 frente al edificio Dakota que se encuentra en las proximidades del parque. 
 

   12 AM

5. VISITAR EL MUSEO AMERICANO DE HISTORIA NATURAL. La colección está formada por más de 30 millones de especímenes, incluidos esqueletos de dinosaurios, animales disecados y maquetas sorprendentemente reales de mamíferos y aves. También tiene un planetario y un estudio del océano que son imperdibles. Si alguna vez viste la comedia Una noche en el museo, quizá te suene conocido, porque allí fue donde se filmó. Eso sí, es importante ser selectivo al momento de elegir qué ver porque la enorme cantidad de cosas que hay es abrumadora y se necesita de mucho tiempo para conocerlo entero.
 

La impresionante sala dedicada a la vida marina
 
6. PREPARAR UN PICNIC Y DISFRUTARLO EN EL PULMÓN VERDE DE NUEVA YORK. En Central Park hay muchos comercios donde comprar los ingredientes para armar un sándwich y tomarse un tiempo para sentarse en el pasto a descansar y disfrutar el entorno.
 

   3 PM

7. PASEAR POR LA QUINTA AVENIDA. La famosa Fifth Avenue rodea uno de los lados del Central Park y es una de las principales arterias del centro de Manhattan. Hay infinidad de tiendas en cada manzana, entre ellas los grandes diseñadores del mundo: Chanel, Prada, Louis Vuitton, Rolex, Armani, Swarovsky y Victoria´s Secret. Paseando por la Quinta Avenida seguro encontrás clásicos souvenirs como la remera con la inscripción “I Love New York”.
 

Una de las esquinas elegantes de la Quinta Avenida
 
8. INGRESAR AL MUSEO DE ARTE MODERNO (MOMA). Lo vas a encontrar a seis cuadras del Central Park (al sur) y a media de la Quinta Avenida, sobre la calle 53. Al día de hoy alberga grandes obras maestras como La noche estrellada de Van Gogh, Las señoritas de Avignon de Pablo Picasso y La persistencia de la memoria de Salvador Dalí. También podrás ver colecciones de diseño gráfico e industrial, y obras fotográficas, de cine y arquitectura. Al igual que en el Museo Americano de Historia Natural, no te podrás detener en cada una de las obras porque es realmente enorme.
 

   6 PM

9. ADMIRAR LA GRANDEZA DE LA CATEDRAL DE SAN PATRICIO. Incluso si no sos religioso: es la catedral católica de estilo neogótico más grande de América del Norte y, por suerte para los caminantes, está a solo tres cuadras del MoMA. Su altura, su mármol blanco, sus increíbles torres, sus coloridas ventanas, el busto del Santo Papa Juan Pablo II… Es una experiencia que te quita el aliento.
 
10. SUBIR Y BAJAR POR EL ROCKEFELLER CENTER. El inmenso edificio está a media cuadra de la Catedral de San Patricio. En el piso 70 está el observatorio Top of The Rock, donde se obtiene una vista de 360 grados de Nueva York. Desde allí podrás ver el Empire State, el Central Park, y más a lo lejos, la Estatua de la Libertad; y qué mejor que verlo todo al atardecer, cuando la ciudad se vuelve aún más interesante, con colores anaranjados y cientos de focos de luz iluminando el panorama.
 

La puesta de sol desde el Rockefeller Center 
 
11. DEAMBULAR POR EL GRAND CENTRAL TERMINAL. Si aún tenés un poco de tiempo y no mucha hambre, no te podés perder el Grand Central Terminal. Se comenta que ahí ocurren muchas propuestas de casamiento, y por eso es un lugar que de seguro conocés a través de películas. Pero solo si tenés tiempo, porque la terminal está a casi diez manzanas del Rockefeller Center.
 
12. CAMINAR ENTRE LAS GÓNDOLAS DE MACY´S. Para disfrutar la tienda más grande del mundo no hay por qué comprar: ya es divertido simplemente pasear entre los pasillos llenos de ofertas. No es ruta obligada, pero si tus piernas aún te permiten caminar las diez cuadras desde el Gran Central Terminal, adelante.
 

   10 PM

13. DISFRUTAR UNA NOCHE EN TIMES SQUARE. Situada en la esquina de Broadway y la Séptima Avenida, es una zona de multitudes, el foco de la movida neoyorquina. La iluminan miles de luces, la decoran cientos de carteles y la visten variadísimos bares, restaurantes y teatros. El ajetreo constante de los autos hace de banda sonora. Podés simplemente sentarte a admirar sus luces de neón, ir de compras, disfrutar de algún musical u obra de teatro o deleitarte comiendo en un restaurante elegante. 
 

El Times Square, la esquina ineludible de la noche neoyorkina 
 

DÍA 2

 

   7 AM

14. SUBIR AL EMPIRE STATE BUILDING APENAS AMANECE. Después de un café rápido en el hotel, hay que ir a este rascacielos, que fue el más alto del mundo hasta que se levantaron las Torres Gemelas del World Trade Center. Al día de hoy es visitado por millones de turistas cada año. Lo mejor es reservar tu entrada con antelación, e ir bien temprano para evitar colas de personas. El observatorio principal se encuentra en el piso 86 y el otro en el piso 102 (a casi 400 metros de altura). El panorama que tendrás desde allí es alucinante, de no creer.
 

El sol naciendo detrás del Empire State 
 
15. FOTOGRAFIARTE CON JOHNNY DEPP, OBAMA Y MICHAEL JACKSON.  El museo de cera Madame Tussauds, en Times Square, es una atracción imperdible. En tus redes sociales no puede faltar la foto posando con alguna de las esculturas de cera. Está a diez cuadras del Empire State.
 

  10 AM

16. UN BRUNCH EN SOHO. Este tipo de comida, que combina los alimentos del desayuno y el almuerzo, nos dará la energía necesaria para enfrentar nuestro segundo día. Hay de todo para servirse: huevos revueltos, tortas, panes, ensaladas. Los lugares que lo ofrecen, además, están muy bien ambientados, lo que hace que la experiencia sea aún más placentera. Un buen lugar para comer es Balthazar; su decoración es muy linda y sus omelettes deliciosos. Para llegar al barrio Soho desde el Times Square hay que tomar un metro o taxi.
 

   12 AM

17. ANDAR POR LAS CALLES AGITADAS DE CHINA TOWN. El barrio se encuentra apenas unas manzanas al sur de Soho y concentra la comunidad asiática de la ciudad y sus comercios. La zona está repleta de falsificaciones, pero si eso no te preocupa y lo tenés en cuenta, podés hacer compras (en las calles incluso hay personas que te invitan a pasar a sótanos ilegales donde venden ropas, bolsos y joyas). Antes de irte, podés probar comida china rápida en algunos de los restaurantes típicos.
 

   2 PM

18. CRUZAR EL PUENTE DE BROOKLYN. Ubicado al sur de Manhattan y algunas cuadras después de China Town, al este, no podés dejar de pasear por el puente de más de 1.800 metros de largo que comunica los distritos de Manhattan y Brooklyn. Escenario de muchas películas, el puente es uno de los símbolos más reconocibles de Nueva York. Lo mejor es recorrerlo con una botella de agua, para no deshidratarnos.
 

Caminando por el Puente de Brooklyn 
 

  4 PM

19. VISITAR EL SITIO DONDE ESTUVIERON LAS DOS TORRES GEMELAS, HOY LA ZONA CERO. Se encuentra a la misma altura que el Puente de Brooklyn, pero del lado oeste de Manhattan. Aunque actualmente está siendo reconstruido, el sitio se llena de gente curiosa e interesada en ver el memorial que recuerda a las víctimas del ataque del 11 de setiembre. Una experiencia que moviliza, en uno de los lugares más emblemáticos de la historia reciente.
 

   5 PM

20. TRANSITAR POR WALL STREET. Se encuentra a menos de cinco cuadras del memorial, por lo que llegar es fácil y rápido. Durante el horario laboral, la calle principal del distrito financiero de Nueva York es un paseo más que interesante para experimentar el ritmo de vida de la ciudad. Desde el 11S ya no es posible ingresar al edificio de la bolsa de Nueva York, pero se puede observar desde el exterior. La calle está repleta de rascacielos y su estación de metro es una de las más concurridas. 
 
21. TOCAR EL TORO DE WALL STREET. Es una escultura de bronce que simboliza el optimismo, la prosperidad financiera y la agresividad del mercado. Se dice que si tocamos el toro, llevaremos con nosotros la buena suerte (aunque seguro habrá cola). Entre el paseo en Wall Street y la visita al Toro, lo mejor es detenerse en Stir Café, que queda a medio camino entre ambos, y tomar una rica merienda de pasada. 
 

El toro de la suerte en el distrito financiero 
 

    7 PM

22. DETENERSE A MIRAR LA ESTATUA DE LA LIBERTAD. Este fue un regalo de los franceses a Estados Unidos para conmemorar el centenario de su Declaratoria de Independencia, y hoy es el símbolo ineludible de la ciudad. Es cierto que 48 horas no es mucho tiempo para recorrer a fondo todo Nueva York y quizá por eso no tengas tiempo para ir hasta la isla y hacer la enorme cola de turistas que quieren verla de cerca. En ese caso, lo mejor es tomar el ferry que pasa enfrente (aunque tenés que saber que no se detiene).
 

El ícono de la Gran Manzana 
 

  9 PM

23. UNA CENA EN EL HARD ROCK CAFÉ. Para la última cena, recomendamos cenar en el mítico Hard Rock Café, en la Séptima Avenida, entre las calles 43 y 44. Quizás debas esperar mesa, pero mientras se puede ir viendo la colección de guitarras y otros objetos de la historia del rock. Como para terminar con el rock que merece haber recorrido lo mejor de Nueva York en solamente dos días.
 
24. PERDERSE EN EL MOVIMIENTO NOCTURNO DE BROADWAY. Y si queda energía, nada como perderse entre las marquesinas más famosas del mundo en la calle de los grandes teatros y musicales. Qué mejor que cerrar el viaje rodeándote de sus habitantes y disfrutando el sueño dorado de la ciudad que nunca duerme. 
 

Cerrando la noche neoyorkina en la calle de los espectáculos 

 

¿Te imaginás conocer esta enorme ciudad? Enterate aquí.

 

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